Para el flamante caricaturista, el considerar que muchos cuadros de los grandes maestros de la pintura universal fueron en su tiempo caricaturas es una opinión muy personal, sin embargo, la intención de presentar este trabajo BAJO NINGUNA circunstancia es de denigrar el Arte y sobre todo la Pintura y la Escultura, esencias determinantes del quehacer de grandes artistas, sino de ponerlo al alcance de las mayorías en una forma chusca, alegre y hasta cierto punto irreverente. La propuesta de Rius es que el humor se puede manejar en todas las etapas del quehacer cotidiano, como aquí se muestra. Desde mi punto de vista, los trabajos pictóricos y escultóricos más llamativos e inteligentemente trabajados por el caricaturísta son: West, “Penn tratando con los indios”, Giorgione, “Música Pastoral”, Cranach (¡¡¡excelente!!!), Quido, “Testamento de Wolfert”, Rosseau, “Gitana durmiendo”, la escultura “Cuauhxicali (a mi parecer la mejor alusión de todas las obras presentadas). “Quimera” la cual corresponde a un artista desconocido, Delacroix, “Masacre de Scio”, Vaderlyn, “Ariadna”, Vermeer, “Caballero y Joven”, Gauguin, “Joven Tahitiana” (¡¡¡excelente!!!), Moore, “Grupo Familiar”, Wood, “American Gothic”, Vermeer, “Mujer de Azul”, Rubens, “El Juicio de Paris” (¡¡también excelente!!), Veronese “Sagrada Familia”, Rodin, “El Pensador” (¡¡fabulosa!!) y algunas más que se me escapan.
Rius compiló un libro excelente en donde dio rienda suelta a su ingenio. Falta que el lector comparta este modo de ver el Arte.