Odiado por el mismo “Ozzy” y en contraparte, amado por los fanáticos del cuarteto, este álbum se constituyó en la primera grabación en “directo”, aunque “no oficial” de Black Sabbath, de amplia distribución para su venta constituyendose en parte de la discografía del grupo, ya que el manager del mismo, Patrick Meeham lo ofreció en 1980 a la compañía discográfica NEMS sin el consentimiento ni conocimiento del cuarteto ya que este se encontraba descontento por la calidad tanto sonora como musical del material recopilado. Grabado entre el 16 y 17 de marzo de 1973 en Manchester y en el mítico “Rainbow Theater” de Londres, el material es resultado de los primeros 4 discos del grupo y la aparición de una melodía que más tarde formaría parte del magnificente “Sabbath Bloody Sabbath”, sin embargo, a la postre, este disco sería nuevamente re-lanzado en 1986, en 1995 y en el 2002, aquí formando parte de la doble entrega “Past Lives”. En 2010 también fue manejado como un remasterizado con una muy buena aceptación de parte del público. En este trabajo, la alineación del grupo esta conformada por “Ozzy” Osbourne en vocales principales, “Geezer” Butler en el bajo eléctrico. Tony Iommi en guitarras eléctricas y Bill Ward en batería y percusiones.
La entrega inicia con “Tomorrow´s dream” (3:10), posteriormente escuchamos “Sweet leaf” (5:27), ambas sin muchos cambios lírico-musicales en relacion a las grabadas en estudio, la tercera pieza es “Killing yourself to live” (5:29) del hasta ese momento desconocido trabajo que sería bautizado con el nombre de “Sabbath Bloody Sabbath”, el cual apareció en el mercado el 1 de Diciembre de 1973. Aquí, a como estuvimos acostumbrados a escuchar el track, se necesitaron los acordes del sintetizador de Rick Wakeman para llenar los espacios que ni “Geezer” ni Iommi pudieron complementar, sin embargo, la estructura melódica sería la misma. “Cornucopia” (3:57) y “Snowblind” (4:47) se manifiestan también sin cambios en relación a las grabaciones de estudio, “Embryo/ Children of the grave” (4:32) – aunque en la edición original no aparece en el setlist la primera-, continúan con la misma tendencia que las anteriores, sin embargo, “War pigs” (7:38) nos deja escuchar a un “Ozzy” al principio desentonado y a un Sabbath sin la fuerza característica que siempre impríme a esta melodía, conforma avanza el track se recupera dicha fuerza. “Wicked world” (18:44) es un interesante experimento musical, un jam en otras palabras, la entrada es un conocido trazo Jazz-Rock que evoluciona hacia la música clásica del grupo, a los 3´54 se escuchan unos magníficos arpegios del guitarrista que se desplazan, a los 5´20, hacia una línea, nuevamente, de corriente Jazz, con excelente acompañamiento de Butler y Ward, con delineado posterior hacia el Rock. A los 8´46, fragmento de “Into de void”, cambio a los 9´56 y una improvisación del grupo, a los 12´46, aparición de “Supernaut”, que se prolonga hacia un solo de Ward de magnífica hechura, entra Iommi casi al final de la pieza para un reprise del inicio de la misma. El disco finaliza con la clásica “Paranoid” (3:24).
A pesar de las controversias causada por esta grabación, así como la calidad sonora de la misma que en realidad no es buena, “Live at Last” queda como uno de los discos clásicos de la banda, más por el hecho de ser prácticamente la primera grabación “en vivo” del cuarteto. Un trabajo obligado en la discoteca de un buen conocedor y fanático del grupo y del Hard-Rock en general.