Como una extraña manifestación de creencia popular, haciendo a un lado a la oficialidad de la religión católica en nuestro país, el culto a La Santa Muerte ha surgido como una alternativa por demás fuerte en aquellas personas a las que no les satisface la propuesta de las religiones establecidas, si bien es por demás conocido que el pueblo mexicano convive con la muerte diariamente desde tiempos prehispánicos, ofrendándola, complaciendola, e incluso, burlandose de ella, también solicita de su protección ante las acciones cotidianas de la vida. Es curioso que un pueblo tan aferrado a la creencia de las manifestaciones del catolicismo, tenga como contraparte este culto. Es notorio decir que esta extraña actitud de muchos creyentes depende de sus actividades diarias. La Santa Muerte es la protectora de los delincuentes, háblese de narcotraficantes, polleros, ladrones, violadores, reclusos de penales y sobre todo, de los grandes barones de la droga (debería formar parte también del contexto cultural de los políticos mexicanos, delincuentes por naturaleza), los cuales mandan a hacer verdaderas obras de arte que glorifican la protección de su Señora. Es irrelevante lo que ha hecho el gobierno, el catolicismo así como otras religiones que imperan en nuestro país al tratar de detener la expansión de ésta creencia. No se sabe con exactitud el número de creyentes de éste culto, sin embargo, cada día adopta más simpatizantes sean hombres, mujeres o niños. Creo que esto ha sido exacerbado por las condiciones socio-económicas de éste país: la gente pide ayuda a los clérigos y no la obtienen, ven sus enormes mansiones así como carros de lujo y desearían la suerte de ellos, en cuanto al gobierno pues poco hay que decir: ha fallado en todo y a todos.
Como en cualquier lugar del mundo, el pueblo se aferra a sus creencias y poco le interesa mandatos gubernamentales o eclesiásticos. El decir y sentir de estos grupos llamados marginales es el de: “…….que la Muerte es la única pareja con todos ya que todos nos vamos a morir, ricos y pobres….”. ¿Alguna objeción al respecto?.