Sobreviviendo a la extinción masiva de los dinosaurios en el Cretácico, esta tortuga, de cabeza pequeña, hocico largo y sin caparazón (en su lugar se encontraba una gruesa capa de Piel), cohabitó junto al Tiranosaurio rex y el Triceratops hace más de 66 millones de años. En 1975, allá en Dakota del Norte, USA fueron hallados los primeros restos de esta ancestral tortuga la cual pertenece a la familia Trionychidae, un grupo de quelonios conocidos también como Plastomeninas que fueron más grandes que los actuales y vivieron hace cerca de 80 a 50 millones de años. De acuerdo a su árbol filogenético y comparando este ejemplar con otras tortugas, se pudo reconstruir parte de su historial evolutivo.
En base a esto, se cree que estos animales pudieron haberse originado en Asia, donde por cierto, existen quelonios de caparazón blando de mayor tamaño en el Mundo, y de ahí haber migrado a Norteamérica durante el Cretácico Superior. Es de considerarse que aquellos animales de pequeño tamaño en relación con los grandes dinosaurios, sobrevivieron exitosamente, gracias a eso, a la Gran Desaparición dada su enorme capacidad de adaptación a un nuevo entorno.