Una imagen bien interesante y que se presta a la reflexión es esta: una estatua de El Buda que se caracteriza por un ropaje, podríamos decir, lujoso, con bellos adornos, ya que siempre su presencia ha sido completamente austera, sentado en una base también muy adornada y lo principal: su Cabeza flexionada descansando sobre su Rodilla y Mano Izquierdas, Ojos cerrados con nítidos rasgos faciales. Un bello tocado se encuentra cubriendo el Cabello y la figura destaca por su marcada tranquilidad.
Una obra que nos hace pensar si El Iluminado se encuentra en un Estado Alterado de Conciencia o bien, efectivamente, se halla en un profundo sueño.