Independientemente de lo que digan los críticos sobre este magnificente trabajo en relación a los previos, este es un disco EXCECPCIONAL. No es una Obra para asimilarla en unas cuantas puestas en el audio, o para considerarla “otro” disco más del grupo. Es algo más que eso. Es una EXTRAORDINARIA OBRA CONCEPTUAL con un fuerte MENSAJE SOCIOLOGICO: aquel rockero entrado en años, canas y carnes que ha luchado durante toda su vida para tener algún éxito y ser aclamado por una “sociedad” en la cual, realmente, no tiene cabida, -¿cuantos habrán existido en este kafkiano país y que han pasado inadvertidos para nosotros?-. Aunque Ian Anderson no lo haya aceptado, o le de lo mismo las opiniones vertidas al respecto, este trabajo es una enorme muestra de su creatividad, vitalidad, cinismo, sarcasmo y, sobre todo, UN REFLEJO DE EL EN LA PERSONA DE RAY LOMAS, el protagonista de esta inolvidable historia. Bajo el marco de una excelsa música, inteligentes, y en su momento, divertidas letras y sobre todo, acompañado de músicos de gran virtuosísmo, Jethro Tull nos deleita con esta novena producción en estudio grabada en el más que prestigiado Radio Montecarlo en el Principado de Mónaco.
Ian Anderson (Vocal principal, Flauta, Guitarras Acústica y Eléctrica, Armónica y Percusión), Martín Barre (Guitarras Eléctrica y Acústica), John Evan (Piano y Teclados diversos), Barrimore Barlow (Batería y Percusiones) y el flamante nuevo bajista y segunda voz, John Glascock el cual vino a sustituir al amigo de toda la vida del flautista, Jeffrey Hammond-Hammond. Como músicos adicionales tenemos a David Palmer (Arreglos Orquestales y Sax en el track 5). Maddy Prior (Vocales en el track que da nombre al disco) la cual era cantante del extraordinario grupo de Folk-Rock británico Steeleye Span y la preciosa cantante de orígen hispánico Angela Allen (Vocales en los tracks 2 y 7, respectivamente), cantante del grupo de Rock Progresivo-Flamenco Carmen -grupo de donde provenía el nuevo bajista-, ante este nuevo mar de posibilidades, la banda nos entrega una amplia gama de matices musicales, líricos y hasta escénicos, pero más que nada, sociales ya que las vivencias de Ray Lomas no pueden, en absoluto, pasar inadvertidas, la música fluye como una cascada multicolor, nítida en donde se cuentan las vivencias de un viejo rockero que van desde la jocosidad y alegría hasta la tristeza y pesadumbre.
El disco abre con “Quizz kid”, hay una introducción de grupo, interpretando el inicio de la melodía que da nombre al disco para posteriormente, con su incomparable estilo y voltaje, se escuchen los acordes de eléctrica y posteriormente la flauta, al unísono. Los músicos interpretan con jocosidad y alegría al momento en que Lomas es ganador del concurso. No imaginaba el tipo de premio, creyendo que se iba de viaje a Ibiza o pasarla bien un fin de semana con la alcurnia de la sociedad londinense. Brillante trabajo del nuevo bajista así como la eléctrica de Barre. Anderson se da vuelo en la interpretación de la letra ya que lo hace en una forma de combinar sarcasmo e ironía, la batería brilla por su excepcional manejo de tiempos y contratiempos. Musicalmente, el track es una gran demostración de la fuerza del grupo. De aquí partimos a la interesante y mordaz crítica que hace el vocalista a las grandes instituciones a las que toda estrella del Rock y demás desea pertenecer: “Crazed Institution”, esta es una excelente interpretación semi-acústica. Anderson y Barre manejan acordes y discretos arpegios de guitarra que junto con los acordes de piano de Evan, los cuales sirven como fondo, en un acentuado estilo tulliano, le otorgan una marcada robustez a la pieza. Gran trabajo vocal de Angela Allen, la letra ironiza a las grandes estrellas…..