Escogido por otro asesino, Díaz Ordaz, para su sucesión presidencial, Luis Echeverría Alvarez gobernó un país durante una época en la que existía una esperanza en cuanto al crecimiento económico del mismo, ya que en ese momento histórico, el dólar se encontraba a $12.50 y existía cierta estabilidad en todas las actividades económicas en México, sin embargo; al final de su mandato una brutal devaluación sacudió al país. Durante su gestión, trató de gobernar con una extraña mezcla de pseudosocialismo y represión: apoyo incondicionalmente a Cuba, habló hasta el cansancio del llamado Tercer Mundo -países pobres en supuesto desarrollo-, albergó a un gran número de exiliados de países sudamericanos, en esa época, en manos de las dictaduras militares, hizo viajes al extranjeros a países, supuestamente No Alineados, utilizó el término “compañero” para referirse a sus aliados mexicanos y extranjeros, creo el Centro de Estudios del Tercer Mundo, mando matar a empresarios, principalmente, regiomontanos, creo grupos guerrilleros como la Liga Comunista 23 de Septiembre, etc, etc, entre otras cosas.
Lo que no sana en la sociedad mexicana es su RESPONSABILIDAD DIRECTA, siendo Secretado de Gobierno, en la Matanza de Tlaltelolco, así como la del Jueves de Corpus, en el Casco de Santo Tomás en 1971 en donde “brillo” el grupo paramilitar de “Los Halcones” los cuales asesinaron a estudiantes y civiles de todas las edades. Permitió, después de estos hechos, la realización del mítico “Festival de Rock y Ruedas de Avándaro”, cuya finalidad fue la de tener a la juventud contenta y hacerle olvidar los hechos sucedidos. También, con un contrasentido sinigual, persiguió implacablemente a grupos guerrilleros que proliferaban en esa época en todo el país.
Casi al terminar su mandato, escogió a López Portillo para la sucesión presidencial y éste lo exilio a las Islas Fiji, allá, en la lejana Oceanía, después obtuvo otros cargos. Hace algunos años, fue acusado de genocidio y guardo prisión domiciliaria, finalmente, el 8 de Julio del 2022, muere a la edad de 100 años uno de los presidentes más represores e hipócritas que ha tenido este surrealista país.