Una de la representaciones escultóricas más significativas del Arte Mesopotámico fue Gudea. Los soberanos de la ciudad de Lagash, en el imperio de los Acadios, jamás se atribuyeron el título de rey sino el de gobernador o patesi. Este gobernante fue el más célebre de los príncipes de Lagash, se dice, que su mandato fue lleno de sabiduría así como de paz para la región, florecieron las artes, la cultura, construyó templos, palacios, y el comercio y la vida se desarrollaron normalmente, un dato importante es el de que reconstruyo viejos caminos y construyo nuevos para que los intercambios comerciales se llevaran a cabo fácilmente.
Gudea gobernó la región por más de 15 años y seguramente por su gran labor, su figura quedó plasmada en un gran número de retratos y sobre todo, esculturas (se dice que existen cerca de 30 estatuas esculpidas en roca volcánica, Diorita Azul o Dolerita Negra). La presente escultura tiene una Longitud es de 45 cms., aparece vestido como un monje, con túnica y hombros descubiertos y manos juntas en actitud de oración, evoca una imágen serena, de intenso fervor religioso así como de majestad.
Tanto en la parte anterior como posterior de su representación escultórica, podemos encontrar Escritura Cuneiforme en donde se relatan pasajes cortos de la Vida de éste singular personaje y de los grandes beneficios que trajo al pueblo su mandato. La mayoría de éstas estatuas se encuentran en el Museo de El Louvre en París.