Concebida en 1980 por el ideólogo del pinochetismo, Jaime Guzmán E. La Constitución de Chile es una de las más desiguales del Mundo. Por un lado, le abre la puerta a la inversión extranjera en forma desmedida, permitiendo que la acumulación de riquezas se centre en solo 5-6 familias de ese país, desde luego, TODAS EXTRANJERAS O CON DESCENDIENTES EXTRANJEROS (alemanes -nazis-, croatas, judíos, yankees y demás), fomentado la pobreza entre los trabajadores, y por el otro, hace caer al VERDADERO PUEBLO hacia el abismo de la desesperanza, la desolación y la ausencia de desarrollo por las increíbles leyes promulgadas durante la dictadura de Pinochet las cuales benefician a los que más tienen, PRIVATIZANDO TODO y OTORGANDO JUBILACIONES MINIMAS a las personas que llegan a “disfrutarlas”.
Es por esto que millones de chilenos han tomado las calles para protestar por esa tremenda desigualdad socio-económica, promulgada por un extraño individuo profranquista, católico radical, ultraderechista y homosexual y un brutal asesino.