Portando las banderas de la negación y el supuesto desconocimiento, Manuel “Mamo” Contreras, el otrora omnipotente y brutal jefe de la sección de Inteligencia del gobierno de Pinochet, conocido como la DINA, concedió al canal CNN Chile una histórica entrevista de casi 40 minutos, en vísperas del 40 aniversario del Golpe de Estado en ese país, en donde, con un total descaro y desfachatez, da sus versiones y, desde luego, esa negación y/o supuesto desconocimiento de lo que ocurría en la DINA en aquellos tiempos de matanzas, violaciones, desapariciones, torturas y saqueos que caracterizó al gobierno de Augusto Pinochet.
Ante la insistente serie de cuestionamientos planteados por Matamala y Rincón -los entrevistadores-, el represor negaba todo: violaciones, torturas, desapariciones, las torturas y vejaciones a Michelle Bachelet y a su madre, su relación con otras instancias militares como la Marina, Fuerza Aérea, etc, su relación más que directa con la CIA, su participación en el asesinato de Orlando Letelier. Negaba todo, a pesar de las miles de denuncias conocidas en el país, tanto por los testigos como por las comisiones de investigación de los hechos, sin embargo un pronunciamiento me llamó poderosamente la atención:
EL DE QUE SE DIJO SER UN CREYENTE DE DIOS Y QUE AL MORIR IRIA AL CIELO, como todos los asesinos a lo largo de la Historia que han defendido a “……. la civilización occidental y cristiana……..” -para utilizar una frase de Jorge Rafael Videla, otro asesino pero argentino-, Contreras formó parte de esos modernos cruzados, con Francisco Franco a la cabeza, que llevando por el frente el Catolicismo y a Dios (¿¿¿???), ultimaron brutalmente a niños, jóvenes, hombres, mujeres y ancianos para acallar sus demandas y negarles un mejor nivel de Vida.