Medio hombre-medios pájaro, Garuda se desenvuelve entre el dios y el semi-dios. Aquí lo tenemos representado en una magnificente escultura en donde resaltan los muy diversos colores que la decoran. Como ya lo hemos comentado anteriormente, esta deidad se caracteriza por su mirada siempre atenta y en ocasiones penetrante así como su vistoso pico, que en el caso presente, es más que evidente.
El paso del tiempo ha hecho mella en la superficie escultórica, seguramente en su momento, ha de haber sido una magnífica pieza de Arte