Con una tonalidad de color verde pistache recubriendo su Cuerpo, el Dios Hanuman se nos presenta con un aspecto más humano que en otras representaciones. Cubierto con esos adornos tan propios de los principales dioses hindúes así como el ya comentado vistoso tocado, todos cubiertos de color dorado, el Cabello rizado está vuelto hacia atrás.
La deidad adquiere una imágen muy propia y marcada dada por un Torso robusto, Pectorales definidos así como un Abdómen sin protuberancias, las Extremidades Superiores se encuentran con las Palmas de las Manos en conjunción para orar y son de coloración rosácea, los rasgos faciales son más de una persona que de un simio con las Cejas bien delimitadas, Pabellones Auriculares alargados y grandes de donde penden aretes, la mirada es penetrante pero trasmite serenidad y la Boca es protuberante, también rosada, propia de un mono. En conjunto, considero que es una valiosa representación del gran Arte Escultórico Hindú.