Esta magnífica escultura proviene de un templo localizado en el Sur de la India y se considera que fue esculpida en el siglo 13 o 14. Esta elaborada con Granito y representa al guardián de Shiva, encontrándose a la entrada de cada templo o santuario dedicado a este dios. Este toro es de color blanco y la Mitología Hindú lo relaciona, relativamente, con la energía sexual y la fertilidad.
Posee una altura de 48 centímetros y un peso aproximado de 134 kilogramos, se encuentra finamente trabajada aunque manifiesta el paso del tiempo en la superficie esculpida.