Realizada en 1981, esculpida en metal, nos muestra así, llanamente una obra semejante a una corona o brazalete que se caracteriza por llevar marcada el signo de la moneda que mueve al mundo: el dólar. De la misma forma como realizó sus otros trabajos, con una brutal carga de ironía, El Artista no objetó en manifestar con su Arte todas aquellas partes medulares, esenciales -diría yo- del American Way of Life.
Esta es una de tantas obras en las que El Maestro utiliza la moneda gringa como su esencia escultórica.