Las culturas mesoamericanas tuvieron, además del jaguar, a los reptiles como una referencia inmediata de la Divinidad. Aquí tenemos un claro ejemplo de lo antes referido. Esta espléndida escultura en Piedra representa a un reptil propio de la selva guatemalteca, ornamentada bellamente, la obra manifiesta un animal con las fauces abiertas tal vez en acción de ataque o defensa.
Proviene específicamente del sitio arqueológico de Cotzumalguapa en Guatemala. Se considera que fue esculpida en el Preclásico Medio.