Esta escultura olmeca representa a un jaguar. De complexión robusta y esculpida en un solo bloque, muestra la imagen característica de este carnívoro, deidad para este magnificente pueblo. Observamos un felino estilizado, con grandes orejas así como ojos, hocico abierto en donde es posible visualizar grandes colmillos, patas delanteras y traseras que le dan una posición de aparente descanso y/o ataque así como una especie de melena que cae sobre las patas delanteras.
En el lomo, se haya un orificio que pudo servir para colocar alguna ofrenda u objeto. Esta escultura ha despertado polémica ya que para algunos es un león, animal desaparecido en América muchos siglos antes de los primeros asentamientos humanos en esta región.