Enrique Gaspar y Rimbau, diplomático y dramaturgo español publicó en 1887 una curiosa novela satírica titulada “El Anacronópete” cuyo significado es “lo que vuela atrás en el Tiempo”, en dicho trabajo, un personaje llamado Sindulfo García, disgustado por la libertad que gozan las mujeres de su época, pretende ir a otra en el pasado donde las costumbres fueran más machistas. Sindulfo invento un “Fluiído García” con el que impedía que las personas que viajaban años atrás rejuvenecieran el tiempo correspondiente, se había comprobado además, que los trajes de lana se convertían en ovejas y salían balando.
Esta curiosa novela fue tomada de una zarzuela del autor y es considerada como la primera obra que habla de los viajes en el Tiempo, antes que H.G. Wells. Es un hecho que existen en los viejos libros muchísimas referencias a situaciones y/o fenómenos que más tarde se manifiestan como ideas -aparentemente- nuevas.