Es por demás obvio que todo avance tecnológico tiene sus repercusiones en el entorno. La Revolución Industrial trajo como consecuencias, entre otras muchas cosas, la modificación en el color de una pequeña forma viviente de Inglaterra, la llamada Mariposa de los Abedules (Biston betularia). En aquella época, este insecto era de color blanco con discretas máculas negras pero debido a los altos índices de contaminación por Carbón, tuvo que adaptarse y modificar su color a negro para camuflarse en la corteza de los árboles saturados de hollín y por lo tanto, protegerse de los depredadores.
Hace algunos meses, entomologos de la Universidad de Liverpool allá en Inglaterra, determinaron mediante minuciosos estudios genéticos, que esta especie mutó por un segmento móvil de ADN que cambio la posición del gen córtex, trayendo como consecuencia una modificación en el color de la mariposa. Esto nos demuestra, una vez más, que los seres vivos para sobrevivir tienen que adaptarse a las condiciones reinantes del medio en donde se encuentran.