Desde el año 2014, se tiene conocimiento del desmesurado crecimiento de prácticas satánicas en el país boliviano, esto ha provocado airadas protestas de grupos defensores de derechos de los animales los cuales han sido víctimas de arteros sacrificios en nombre de Satán. Estos se realizan en un lugar específico de la carretera que une las ciudades de La Paz y El Alto, precisamente en un lugar conocido como “La Curva del Diablo”, ahí, una roca sirve como altar satánico para realizar dichos sacrificios los cuales se llevan a cabo los días martes y viernes. Conejos, perros, gatos negros y hasta llamas son utilizados para las matanzas una vez que son envueltos en pañales, alcoholizados y después apuñalados o estrangulados, algunos han dicho que en ocasiones los han enterrado vivos. En estos aquelarres se han llegado a juntar más de 30 personas.
Para no ser perseguidos, los sectarios mezclan estos ritos con creencias indígenas ancestrales como son los sacrificios rituales a la deidad inca conocida como Pachamama. De nueva cuenta nos llegan noticias de que un país del Cono Sur retoma el satanismo como alternativa de creencias y……locura.