Estas hipotéticas cuerdas constituyen una solución legítima a las famosas Ecuaciones de Campo de Albert Einstein y representan segmentos curvos del Espacio-Tiempo capaces de deformarse y retornar a uno de sus puntos anteriores. Hace muchos años, el Físico William Jacob Van Stockum, sin saberlo, las descubrió en 1937 siendo considerado como el primer científico en teorizar sobre el viaje a través del Tiempo.
En 1949, gracias a los estudios del Filósofo y Matemático Kurt Gödel se le conoció a este fenómeno por su nombre actual y se le relacionó con las bases matemáticas para explicar retornos temporales. Para algunos físicos, los objetos macroscópicos no podrían viajar a través de estas cuerdas, pues se violaría la Ley de Casualidad (un viajero regresaría de su viaje temporal antes de realizarlo). Esta extraordinaria posibilidad se conoce también como Bucles Paradójicos.