Desde el año 2011, investigadores de la Universidad de Illinois comandados por el Ing. John A. Roger en colaboración con colegas de universidades de China y Singapur han desarrollado un parche electrónico tan delgado o más que la propia piel humana e igual de elástico que ella. Este fino circuito llamado “Sistema Electrónico Epidérmico”, no necesita pegamento alguno para adherirse a la piel pues utiliza la atracción entre moléculas -conocidas como Fuerzas de Van der Walls- para adherirse al cuerpo.
El dispositivo tiene instalados sensores electrofisiologicos que le permiten funcionar como un electrodo inalámbrico por lo que pueden medir con exactitud la Frecuencia Cardiaca, la Presión Arterial, las pulsaciones del Cerebro así como las microcontractilidades de los grupos musculares, todo esto sin la utilización de cables. Toda la información es transmitida por Bluetooth a una computadora en donde el personal médico puede valorarla. Debido a su bajo gasto energético sus creadores sugieren que la energía solar podría servir como fuente de abastecimiento.