La Madre Naturaleza, tan valpuleada por esa especie tan caricaturesca y estúpida que tiene como representante al autodenominado Ser Humano, no deja de llenarnos de nuevas sorpresas. En 1986, en las costas de Australia a un poco más de 1,000 mts. de profundidad, fueron descubiertas 2 criaturas marinas cuya morfología remedaba a un hongo, a simple vista semejaban tal cual, pues presentaban un sombrero y un tallo blancos. pero su cuerpo poseía una especie de recubierta de un material gelatinoso transparente.
Parecían una mezcla entre los Ctenóforos (animales marinos que tienen la capacidad de elaborar un sustancia pegajosa que recubre su cuerpo con el fin de atrapar a sus presas) y los Cnidarios (organismos marinos con tentáculos que incluyen a las medusas y los corales), sin embargo fue hasta éste 2014 que el Universidad de Copenhague en Dinamarca se llegó a la conclusión de que estas formas marinas son una nueva especie, un eslabón perdido entre Ctenóforos y Cnidarios muy primitivos de cerca de 600,000,000 de años. Dadas estas circunstancias, los investigadores en Biología formaron un nuevo género con ellos: Dendrogramma así, las nuevas especies fueron bautizadas como Dendrogramma enigmática y Dendrogramma discoides. ¿Qué más sorpresas nos deparara el siempre enigmático mundo de La Madre Naturaleza?.