Creada en 1964 por el extraordinario escultor abstracto Anthony Caro, este trabajo sigue los mismos lineamientos que los anteriores: formas delimitadas, bien anguladas, constituidas por láminas de Acero adecuadamente trabajado, superficies impecablemente pulidas, con una base bien sustentada para poder colocarse en cualquier superficie. En este caso particular, la escultura se caracteriza por 2 piezas cortas, laminadas que al unirse forman una continuidad bien angulada con tendencia a formar triángulos, la última se une por el borde inferior a la forma más grande -una lámina compacta con superficies que sirven de base mostrando en su orientación cierta inclinación-, de por sí, el trabajo en conjunto tiende hacia esa dirección y lo importante es que el observador puede tener una perspectiva distinta del mismo, ya sea de frente o detrás del mismo como lo mostramos en estas fotografías.
El color es verde, uno de los preferidos del Maestro y simbólicamente refleja la caída de la lluvia de una forma directa pero a la vez con cierta separación entre -supuestamente- gota y gota. Actualmente se exhibe en Washington, en el Hirshhorn Museum.