Esta terracota es un claro ejemplo de lo que se realiza cotidianamente en la región del Delta del Níger. Esta escultura presenta rasgos antropomorfos más manifiestos que otras que se trabajan en la misma región. Aquí nos encontramos con una figura humana sentada, con el tronco flexionado, su cabeza rapada, muestra secuencia con la parte lateral de la cara, sosteniéndose ésta sobre la rodilla derecha, su semblante parece mostrar sueño o introspección, también pudiése representar tristeza o dolor por la muerte de algún familiar. Para algunos, la escultura es una representación directa de algún antiguo ancestro o a un ente mitológico. La parte posterior o espalada se encuentra cubierta por 2 tipos de hileras: una que corresponde a protuberancias redondeadas bien formadas y otra hilera de pequeñas hendiduras también de carácter circular.
Esta terracota forma parte de la importante colección que se encuentra en Mali sobresaliendo por su marcado antropomorfismo.