Demasiado lejos quedaron esos momentos de enorme virtuosismo, exuberancia Progresivo-Sinfonica que caracterizaron a uno de los pilares del género. Demasiado lejos quedo un quinteto, prototipo del buen quehacer musical, que a pesar de los altibajos, continuaba en el contexto del Progresivo Sinfónico. Yes con éste su vigésimo primer álbum y el reciente después de “Magnification”, nos muestra un dramático viraje hacia una música orientada al Pop y al Neo-Progresivo. Un trabajo del que muchos esperábamos grandes cosas, y EN MI CASO, me ha decepcionado rotundamente. De los músicos, el único que se salva es el Maestro Steve Howe, de ahí, el nuevo cantante tiene de mérito único parecer su tonalidad vocal a la de Jon Anderson, Chris Squire y Downes realizan un trabajo modesto y White, con sus acostumbradas limitaciones y técnica intrascendente al tocar los tambores. Este disco ya se estaba madurando desde hace mucho tiempo, ya que algunos temas fueron escritos por Horn y Downes durante su estancia en el grupo y ahora salen a relucir. Desconozco porque razón sacaron a la luz éste álbum, pero en fin.
Los temas son:
1. Fly from here (a.- Overture con 1:54, b.- We can fly con 6:01, c.- Sad night at the airfield 6:42. d.- Madman at the screens 5:17, e.- Bumpy ride 2:15 y finalmente, f.- We can fly: reprise con 1:49).
2. The man you always wanted me to be (5:18)
3. Life on a film set (5:12)
4. Hour of need (3:08)
5. Solitaire (3:30)
6. Into the Storm (6:45)
7. Hour of need (full length versión) (6:54).
Los músicos: Chris Squire en bajo eléctrico y vocales adicionales, Steve Howe en guitarras eléctrica, acústica y vocales adicionales, Alan White en batería y percusiones, Geoff Downes en piano eléctrico, sintetizadores, programación y mellotrón, Benoit David en vocales principales y como músicos adicionales tenemos a Oliver Wakeman con teclados adicionales en “We can fly”, “We can fly: reprise” y “Hour of need”, Trevor Horn en vocales y teclados adicionales, Luis Jardim en percusiones y finalmente, Gerard Johnson en piano en track 2.
´Overture´, es una breve introducción por acordes de teclados, seguido por la entrada del grupo marcando el tiempo, a los 0:38, eléctrica distorsionada que se continúa con los demás instrumentos, un sonido clásico del Yes ochentero.´We can fly´, sonido de viento distante, acordes de piano, entrada del cantante con una voz parecidísima a la de Anderson, las estrofas son entonadas para dar entrada a un sencillo pasaje rockero sin complicaciones dado a los 1:32 al que se le incorporan coros, a los 2:25 un breve puente entre arpegios de Howe y juego de percusiones de Jardim, seguido de un discreto sonido Space dado por el sintetizador y los arpegios de Howe, nuevamente nos encontramos con el sencillo rock propuesto por el quinteto. El tema principal se repite hasta el final del track, con destacada participación de Howe.´Sad nigth in the airfields´, es una propuesta entregada por los melancólicos acordes de acústica, la voz de se hace presente, al fondo, sonido de sintetizador, a los 1:18 entrada del grupo, presencia de sintetizador en acordes y acústica para nueva proyección de la voz y el grupo, acordes de bajo que se complementan con el sintetizador lejano, a los 4:22, excelentes arpegios de eléctrica que nos hacer recordar mejores tiempos. Al final, se complementa todo el grupo con el fondo de Howe.`Madman at the screens`, es una línea que retoma la melodía del primer track, ahora con vocalizaciones, también una discreta muestra de un 4/4 sin mayores complicaciones, rockcito, con muy discretos cambios, predominando el manejo del sintetizador y la eléctrica.`Bumpy ride`, es una discreta tonada que trata de retomar al Yes de los 70´s. Un juego entre sintetizador, eléctrica y bajo con discretas disonancias, se escuchan coros y se retoma el tema melódico original.´We can fly: reprise`, es la conclusión de ésta discreta suite, la melodía se torna un poco más épica en relación a la original.´The man you always wanted me to be´, acordes de acústica, teclados, voz de Squire y un ritmo rayando entre lo Pop y el Neo-Progresivo por demás pegajoso, la conga hace acto de presencia marcado el compás, hay un reprise de la melodía principal, a los 3:24, un cambio dado por acordes de bajo y voces que siguen el mismo ritmo. Bailable.´Life on a film set´, es una melancólica melodía entre la acústica y la voz de, casi a los 2 minutos, entrada del grupo, a los 2:12, un puente de acústica y acordes de sintetizador entusiastas así como la incorporación de la voz y el fraseo del bajo muy interesante, haciendo recordar al viejo Yes. Para mi personal apreciación, el mejor momento del disco, Al final, lucimiento del Howe en la eléctrica con trazos arpegicos de encomiable calidad.´Hour of need´, acústica y contagioso ritmo entre Neo y Pop, a los 0:57, entrada del sintetizador para continuarse con la melodía de base y el sostén de las percusiones, las vocalizaciones son pegajosas.´Solitaire´, de nueva cuenta, la acústica con trazos de escalas, entre acordes y arpegios muy bien interpretados, de cierto aire renacentista. Es simple y sencillamente Steve Howe y su guitarra.´Into the storm´, la melodía, hasta cierto punto, más dinámica del álbum, con buen trabajo de Downes en el sintetizador, A los 2:22, una excelente cambio con marcadas variaciones tanto de los teclados como de las voces, para continuarse con la melodía de base, 4.43, cambio dado por la eléctrica con elegantes arpegios hasta el final.´Hour of need´en versión larga cierra éste álbumn.
El Yes ochentero ha vuelto. Música bailable, pegajosa, comercial. Decepcionante,