El llamado “humo de tercera mano” proveniente de las exhalaciones de los fumadores crónicos está considerado ya como un riesgo para la salud. Este témino se acuña a aquél correspondiente de los cigarrillos que no se limita a posarse de forma inerte en la superficie de contacto sino que los restos nicotínicos reaccionan con vapores de ácido nitroso, un compuesto bastantes común en nuestro entorno que se emite por aparatos electrodomésticos alimentados por gas. vehículos y otras fuentes. Esta reacción produce nitrosaminas específicas de tabaco (NAET), sustancias reconocidas como cancerígenas. El llamado “humo de segunda mano” ya contiene NAET, pero la presencia de ácido nitroso en el entorno puede hacer que su concentración aumente rápidamente en las horas posteriores al momento que se fumó y ya que la nicotina permanece en las superficies durante semanas o meses, esta modalidad de exposición a sus efectos nocivos podría ser más persistente que otros humos derivados del cigarrillo, ya que las NAET se inhalan, se ingieren y se absorben a través de la piel. Qizás los niños sean la población más vulnerable a la exposición y efectos de este llamado “humo de tercera mano”. Estos estudios son preliminares, así como sus resultados. Deberan realizarse investigaciones adicionales para determinar la toxicidad de este tipo de emanación.
Esta investigación puede ser consultada en forma completa en el número del 8 de febrero del 2010 en la prestigiosa Proceedings of the National Academy of Science USA, gracias a las investigaciones realizadas en el Lawrence National Laboratory en Berkeley