ADAGIO. “SANCTUS IGNIS”. (2001).

Considerando la amplia gama de recursos musicales presentes, esta banda gala debuta en el 2001 con un extraordinario trabajo que plasma las vertientes del Metal Progresivo, el Metal de Poder, el Neoclásico, por algunos momentos, ciertos trazos enfocados al Metal Melódico e incluso, al Speed. Adagio se constituye en su momento, como uno de los agrupamientos más representativos de estas interesantes corrientes musicales. Lo presentado en éste disco, es una combinación de una fuerte presencia vocal, un conglomerado preciso y precioso de grandes virtudes guitarrísticas y de teclados, un magnífico sostén de una batería sólida y contundente y un bajo discreto pero bien templado. “Second Sight” abre éste disco. Escuchamos un fondo sinfónico lejano, semejando coros así como el teñido de campanas lejanas, el sintetizador hace acto de presencia para que de lleno entre todo el grupo hasta llegar a una escala de arpegios de guitarra, hay sostén del bajo y la batería, casi al minuto, cambio, con acordes sostenidos de eléctrica para dar entrada a la voz, la batería trabaja con doble bombo a buena velocidad, la pieza se robustece con un pequeño puente y escala de arpegios de Forté hasta los 5:28 en que se retoma la melodía inicial para finalizarla con el sonido de un clavecín lejano.

“The Inner Road” se presenta con un contundente inicio dado por la virtudes de Forté, en una escala de acordes y arpegios bien sostenidos acompañándose de la batería de Dirk que nuevamente maneja el doble bombo y la rapidez percusiva, aparece la voz acompañada de acordes de clavecín, cambio vocal después de un corto puente de la eléctrica. El transcurrir de la píeza se manifiesta por marcados cambios dados por la guitarra así como puentes, la velocidad percusiva es marcada por ése doble bombo y David Readman interpreta en forma trágica la parte vocal, se escuchan diversos cambios y al final, un fondo de teclados. Pieza compleja y de tendencia épica. “In Nomine”, es marcada por una bella introducción sinfónica con acompañamiento de clavecín, como si se tratara de una sonata de Beethoven. Una breve pero excelsa interpretación Neo-clásica que preludia la entrada del quinteto con la batería a excelente velocidad y coordinación, se incorpora la voz y acordes de órgano de iglesia, se continúa con un cambio para recrearse en un pasaje Neo-clásico de buen sinfonismo y delirante escala de arpegios de eléctrica y de sintetizador, la batería continúa con su ritmo machacon, persistente, a los 4:12 se escucha un breve pasaje de órgano de iglesia y el track termina con esa interpretación vocal llena de dramatismo y energía.

“The Stringless Violín”, inicia con acordes de ése órgano de iglesia, fondo sinfónico, entrada del grupo con presencia de una sólida batería que se continúa con una serie de marcados y exactos cambios rítmicos para dar paso a un bello, mágico, melodioso interludio en el que se destacan los acordes y arpegios de Andersson en el piano y la espléndida voz de Readman, esto da entrada a la sustentación melódica del track. A los 2:23, se repite -pero más sólido- ése excelente interludio para continuarse con una bella cascada de arpegios de piano, aparece una marcada escala de arpegios de Forte a los que se incorporan acordes de piano para establecer un remarcable pero a la vez, misterioso diálogo. A los 5:17, riffs del guitarrista para seguirse con arpegios hasta el final de la pieza con espléndido sostén de la batería y sintetizador en que se retoma la melodía inicial. Una de las 2 mejores piezas del álbum……………..

Acerca R.A.L.P

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Es un sitio cuyo significado compete 2 conceptos: progresión que se define como la acción de adelantar o avanzar (Diccionario de la Real Academia de la Lengua), y 21 que se refiere al siglo que estamos viviendo.