Se ha considerado que los Idolos Masculinos Barbudos que datan del Periódo de Nagada I, primera mitad del IV milenio A. de C., son más misteriosos que los femeninos, esta disposición escultórica nos muestra una imágen antropomorfa, de 50 cms. de largo, delgada -tal vez estilizada- en donde es posible observar una cabeza alargada, cráneo presumiblemente afeitado, ojos expresivos, pabellones auriculares de baja implantación, perforados en su lóbulo para albergar, quizás, a algún adorno ritual. Tórax y abdómen no muestran separación, constituyéndose en una continuidad escultórica, observándose además 2 orificios a nivel del tórax, tambien representado, probablemente, los pezones. No existen extremidades inferiores y la escultura se sustenta en una base redondeada. Un aspecto que se debe comentar aparte es la presencia de una larga barba puntiaguda que es una constante en este tipo de esculturas lo cual podría constituir el antecedente de las barbas artificiales que llevaron posteriormente los reyes y los dioses.
Esta estatua se encuentra en el Museo Guimet de Lyon, Francia.