El día 4 de este mes, recibí éste disco con la leyenda “Prehistoric Rock” por lo que no dejé de asombrarme, ya tenía conocimiento que existían pájaros del Mesozoico, así como referencia directas al Kraken, Leviathan y otras criaturas insólitas (Mastodon) sin embargo al escuchar varias veces éste trabajo, no pude ocultar mi alegría: se trata de una magnífica banda, originada en el más austral de los confines del mundo (Nueva Zelanda) con un espléndido modo de hacer Rock Psicodélico, diría yo, Acido, de la mejor manufactura, sí, tanto Ben Mortensen (bajo eléctrico y flauta), Cam Wilicott (guitarra eléctrica, acústica, don-bo, cítara, flauta de PVC y vocales principales), Stevie Atkins (guitarra eléctrica, acústica, de 12 cuerdas y vocales adicionales), Johnny Baker (batería, percusiones y guitarras eléctrica y acústica) Y Matt Hanson (glockenspiel y percusiones) nos han dejado una huella de excelencia con su álbumn debut, si vale la pena mencionar que el ensamble basa su fuerza musical en el trabajo de las guitarras eléctricas, espléndidamente interpretadas, un bajo de excelente manufactura, con trazos perfectamente delineados, profundos, sonoros, muy bien asentados que no llegan a la exageración sónico-interpretativa, pero que sí contrpuntean magistralmente las melodías y una voz que por momentos raya en la virtuosidad característica de Robert Plant (tracks 9 y 10), El quinteto ha asimilado perfectamente el legado de Jimi Hendrix Experience, Spirit, Cream, Blind Faith y, en tiempos actuales, de Ozric Tentacles, dando paso a un Rock Psicodélico/Experimental fuertemente impregnado por Acido.
El álbum inicia con´String theory and the eleventh dimension´, la cual seguramente haría las delicias del astrofísico Stephen Hawking, una pieza que inicia con una brevísima introducción de voces y afinación de instrumentos, escuchamos un compás persistente, machacón, dado por la batería y la guitarra de acompañamiento, los arpegios se dejan escuchar y la voz de Wilcott parecíese que estuviese contando una historia y así es, ya que la letra nos habla de esta extraordinaria temática, común en la Astrofísica, Mortensen empieza a destacar con su bajo, acompañando a un juego de arpegios entre la guitarra principal y la de acompañamiento, siendo la primera a los 4:12, una clara manifestación de la influencia hendrixiana. Tal vez una de las piezas destacables del disco.´No weed blues´, es precisamente una referencia a un Jazz- Blues entre lo que sobresale una escala de arpegios de guitarra eléctrica que sirven como fondo a la pieza, la voz se escucha lejana y distorsionada.´He majesties throat´, inicia con una enérgica escala de arpegios eléctricos dentro de un compacto compás de 4/4, faceta ésta que nos recuerda por momentos a Spirit y a Quicksilver Messenger Service, a los 3:14, un juego dual de arpegios entre las guitarras de Wilicott y Atkin eminentemente de corte Acido que se continúan con la voz.´Sardine run´, también es un juego entre las guitarras, matizado por tintes psicodélico/espaciales, el bajo sostiene perfectamente el ritmo, con contrapunteo profundo y sostenido, la voz se escucha lejana, los arpegios de eléctrica a los 2:15 van hacia el espacio, psicodélicos acompañados del magnífico trabajo del batería Baker, voces distantes como si acompañaran a una obsesión, el ambiente se torna de cierta obscuridad dada la presencia de coros.´Crack baby¨, es un manifiesto corte Hard-Rock, con sostén obvio de la sección rítmica y la eléctrica-´Dog´, de igual forma, se manifiesta por un compás 4/4, las guitarras destacan sobremanera y la sombre de Hendrix se pasea por el track. Los arpegios presenten sobresalen por su ejecución.´White light´, es un encomiable trabajo psicodélico, con lamento de la guitarra de Wilicott, que llegan a desplazarse hacia linderos del Blues con discretas variaciones dadas por el wah-wah.´Whales´, es una canto, una reflexión hacia la vida de las ballenas, inicia con una leve percusión del tímpano, marcando el compás, acordes de guitarra acústica y arpegios lejanos de eléctrica, se aprecia el sonido que emiten las ballenas en el oceáno, semejante a chillidos, que anteceden a la entrada de todo el grupo, a los 5:24 una batería frenética, delineada por tendencia psicodélica, que al final se concreta a percutir tímidamente el tímpano.´Boots (live at the Vibe), es la pieza más interesante del disco, ya que reúne elementos musicales relevantes, encontramos acordes de acústica así como el manejo de la cítara y la flauta de PVC, la voz de Wilicott se escucha distante, distorsionada, a estas alturas, la pieza nos obsequia un discreto toque Medio-Oriental y el cantante recuerda a la voz de Plant.´Kiss the canvas´, nos transporta por un instante a la melodía ´Hey Joe´de Hendrix, el trío de bajo, batería y eléctrica mantiene la continuidad del track, robusteciéndose por la intervención de la guitarra rítmica, panorama rockero que se matiza con otra entrega de Baker en la batería.´Clogs (live jam at the Vibe), es la pieza final del álbum y la más larga. Consta de una notable improvisación del quinteto, trazando líneas entre el Blues, Rock y Psicodélico, los sonidos experimentales destacan sobre todo en el trabajo de Wilicott, con manifiestas variaciones y cambios, Baker vuelve a lucir persistiendo con su técnica y ritmicidad hasta el final del álbumn.
Personalmente, creo que nos encontramos ante un álbumn-debut de los mejores de los últimos años. Se los aseguro.