Menhir significa “piedra alargada” en lenguaje bretón.
Se constituye en sí en una de las más sencillas formas de megalitismo. Desplazados por todo el mundo -desde India, China, Africa del Norte, toda Europa hasta Colombia, Argentina y Venezula -, es una estructura harto sencilla: una piedra larga, de proporciones y altura variables, discretamente esculpida o no, dispuesta verticalmente y con su extremo inferior enterrado en el suelo.
Mucho se ha especulado acerca de su significado: para algunos son solo construcciones funerarias ya que se han encontrado en numerosas ocasiones en su base restos óseos, cerámica e incluso cenizas (por ejemplo, pudíesen constituir formas primitivas de necrópolis o pilas funerarias), también representaciones muy primitivas de ciertas divinidades, (incluso, los más osados, pretenden ver en ellos, formas estilizadas de supuestas naves espaciales en donde habrían llegado antiguos astronautas en tiempos pretéritos), sin embargo, la razón exacta de su existencia, hasta el momento, es desconocida.
El menhir es una de las múltiples manifestaciones que utilizaron los pueblos prehistoricos para representar una primitiva base arquitectónica.