Esta obra del monumental Michellangelo fue un encargo del cardenal Rafael Riario el cual, por cierto, no le gustó y por ende no se la pagó. En ella podemos encontar la imágen de un Baco joven con una copa en la mano derecha a la altura de la boca y mirandola con ojos que delatan su estado de ebriedad. En pie, descansando el peso del cuerpo sobre su pierna izquierda y con el pie derecho apenas apoyado para guardar el equilibrio, da la impresión de inestabilidad que, si cobrara vida y fuera a dar un paso, tropezaría y caería de bruces. En la mano izquierda sostiene a la altura del muslo una piel y un generoso racimo de uvas, del que está comiendo un pequeño sátiro. Sobre una base de aspecto rocoso, esta estatua, por sus características, bien pudiese considerar una obra de la Antigüedad.
Ver también
David en bronce.
Esta escultura data de mediados de la cuarta década del Quattrocento, se considera como una …